El peligro para los vehículos de rescate en Ucrania ha aumentado considerablemente debido al incremento de los ataques de drones rusos. Estos ataques también se dirigen cada vez más contra vehículos de rescate civiles, lo que agrava aún más la situación humanitaria. Sólo en el periodo comprendido entre el 29 de diciembre de 2023 y el 8 de enero de 2024, cientos de civiles murieron o resultaron heridos por ataques con drones y misiles (Las Naciones Unidas en Ucrania) (Noticias ONU). En diciembre de 2023, se contabilizaron al menos 592 víctimas civiles, entre ellas 86 muertos y 416 heridos (Noticias ONU). Estos ataques no sólo causan víctimas inmediatas, sino que también dificultan las operaciones de rescate y ponen en peligro la vida de los trabajadores humanitarios y de los heridos.
Los drones atacan sin diferenciar entre objetivos militares y civiles, lo que supone una importante amenaza para las operaciones humanitarias. Los vehículos de rescate que evacuan heridos de las zonas de guerra o prestan asistencia médica en las zonas afectadas corren especial peligro. Rusia ha pasado ahora a los llamados ataques de «doble toque» en Ucrania, en los que se vuelve a atacar el lugar de un ataque con un ligero retraso, a menudo de unos 30 minutos. Los trabajadores humanitarios son atacados repetidamente, al igual que sus equipos. Los vehículos de ayuda también son destruidos repetidamente por drones. Los ataques selectivos a estos vehículos por parte de drones rusos dificultan considerablemente las labores de rescate y ponen en peligro la vida de quienes necesitan ayuda.